
“NO EXCUSAS” es una experiencia idónea para los establecimientos educacionales, toda vez que tiene la especial singularidad de llegar a todos los estamentos de manera emotiva y atingente a las necesidades de cada grupo, pudiendo dejar una huella al entregar un mensaje motivador e inspirador para sus alumnos/as, docentes, asistentes de la educación, personal de apoyo, directivos, padres, madres y apoderados/as en general, a través de la sorprendente historia de vida de Adolfo Almarza, quien logra influir positivamente en toda la comunidad educativa al promover la acción personal como motor fundamental para el logro de objetivos, invitando así a niños/as y adultos/as a soñar en grande, dejando constancia de que no hay excusas para ir en busca de sus sueños.
Te invitamos a conocer nuestra Charla Motivacional No Excusas, para cada estamento de la comunidad educativa:
1. NO EXCUSAS (Alumnos/as de 7° a 4° Medio): Charla Motivacional que genera un impacto positivo en los estudiantes, en que destacan principalmente valores como Perseverancia, Inclusión y Resiliencia.
2. NO EXCUSAS (Docentes y Asistentes de la Educación): Charla Motivacional y Liderazgo, en la que pueden participar todos/as los funcionarios/as del establecimiento educacional, y tiene por objetivo reconocer la labor de educar y empoderar a los participantes a potenciar su liderazgo.
3. NO EXCUSAS (Apoderados/as): Pueden participar madres, padres y cuidadores en general. Tiene como propósito sensibilizar a los apoderados/as en su rol de cuidadores y formadores ante los diferentes acontecimientos de la vida, reforzando la importancia del compromiso, comunicación aceptación a sus niños y niñas.
Una charla basada en la vida del expositor Adolfo Almarza quien, a sus 12 años de edad y finalizando 7° básico, pierde ambas piernas en un grave accidente automovilístico, cuando el bus en el que viajaba de regreso a Chile, luego de haber participado en un campeonato escolar de básquetbol en Argentina.
Pese a lo trágico del accidente, Adolfo, en sólo dos meses logra aceptar los acontecimientos y nuevos desafíos de su vida, logrando volver a caminar con ayuda de prótesis cuando habían transcurrido cuatro meses del accidente, comenzando su proceso de rehabilitación física con integración deportiva, hasta que se subió a la bicicleta estática, donde comienza un proceso de rehabilitación emocional y espiritual que lo llevaría por nuevos caminos insospechados de éxitos y logros personales.
Contra todo pronóstico, Adolfo se convierte en un destacado deportista nacional e internacional, siendo el único del mundo en practicar Downhill (ciclismo de montaña extremo) a nivel profesional con prótesis en ambas piernas.